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“De este amor no sabrás huir”: LUCYBELL y su momento. 

Una banda que ha logrado ser parte de la discografía esencial de la música Latinoamericana.

 

Entrevistamos a Lucybell, antes de una serie de conciertos que seguirán dando por nuestro continente, entre ellos en Santiago y Viña del Mar con su Tour SESIÓN 3000

En esta nota exclusiva para POST𐤀 dos de sus 3 integrantes nos cuentan sobre su historia y sus procesos creativos.


¿Qué disco captura mejor el espíritu de la banda? 


Eduardo Caces: 

No sé si hay un disco que capture el espíritu, la esencia de un grupo, de una banda, pero supongo que el primer disco es el que encuentra, en este caso Peces, encuentra el sonido, sienta las bases, pero por lo mismo cada disco va desarrollando ese sonido, va desarrollando esa identidad, el carácter que tiene la banda y creo que Lucibel en particular tiene diferentes capítulos, siempre en un formato canción, siempre con un hilo conductor sonoro que es la voz de Claudio (Valenzuela -vocalista) en esta sonoridad de banda, creo que va dando un color, cada disco va tomando cierta madurez, cierta evolución, ir profundizando en la canción, en ir capturando en el caso de nosotros con honestidad cada uno de esos registros y por ende es como raro decir este es el disco y los otros no, supongo que es un todo que va conformando una identidad, una fisiología, un ente de cómo es Lucybell, que ha tenido varios cambios a través de su historia de integrantes, por ende ha ido nutriéndose también de ese espíritu, hacia el espíritu de lo que es el sonido y lo que es Lucibel, así que supongo que este viaje comienza en de “Sudor y ternura” y va en el camino, en el presente con “de este amor no sabrás huir”, entonces supongo que ese es el espíritu interno de Lucibel.


Cote Foncea:  

Yo creo que cada álbum captura el momento específico de Lucybell en ese momento. Por lo tanto, yo creo que lo que mejor capta el espíritu actual es el álbum que estamos haciendo ahora, que es SESIÓN 3000 y que tiene que ver con cuatro canciones nuevas “De este amor no sabrás huir” y Pez sin auxilio”, que son los primeros que van a salir, y después las otras dos. Me imagino que son parte de la inspiración actual de la banda y que nos tiene súper motivados con música nueva. Cada disco cumple su rol y ha cumplido su rol a cabalidad y siento que en lo personal nunca es bueno mirar para atrás, sino que para adelante

Lucybell ha pasado por estilos diversos, desde lo alternativo hasta el rock más clásico y experimental. ¿Qué bandas o artistas han sido influencias constantes para ustedes, y cuáles han cambiado a lo largo del tiempo?


Eduardo Caces:

Nuestra música ha ido evolucionando con el tiempo, sin lugar a dudas que estos estilos o sonoridades, más que estilos, han ido llenando la paleta de colores de cómo llevar a cabo una canción, de cómo utilizar la música como un vehículo para transmitir una emoción a través de una canción. La paleta de colores de Lucybell va desde el rock, pop, música acústica,atmósfera acústica, instrumentación acústica, instrumentación electrónica, creo que eso ha desarrollando la curiosidad de poder plasmar en diferentes instrumentaciones, con diferentes estados anímicos o atmosféricos, le va dando una fisonomía al cómo se definen esas influencias o estilos. Y sin lugar a dudas que al comenzar la banda había mucha música que rondaba en las cabezas de cada uno, My Bloody Valentine, Bauhaus, The Cure, The Police, Zeppelin, Los Beatles, Cocteau Twins, Stone Roses, un sinnúmero de bandas, Morrissey o los Smiths, supongo que son las que han ido nutriendo este carácter, pero hoy en día ya es más como un trabajo interno, es tener muchas herramientas y poder llevarlo a una canción.

Hasta Rage Against The Machine ha sido parte de la escucha de Lucybell en general, como un ente, como un todo. Entonces es indudable que entre más música se escuche, entre más música se toque, entre más música se estudie, le va dando esa fisionomia, ese carácter, esa influencia, por decirlo de alguna manera. Pero hoy en día, después de 30 años, creo que nosotros nos escuchamos a nosotros mismos y vamos reinterpretando nuestra realidad, nuestro día a día en esos sonidos cuando nos juntamos a hacer música o llevamos ideas a la sala de ensayo.




¿Qué tan importante ha sido la influencia de la tecnología y la producción digital en su música y su proceso creativo a lo largo de los años?


Eduardo Caces:

La tecnología en Lucybell ha sido parte de la evolución de ser músico. Creo que sería poco honesto de nosotros no estar acorde con lo que va pasando a través de los estudios de grabación, los sistemas de audio, los amplificadores, los efectos, los instrumentos en sí, el escenario, las posibilidades que te da para poder llevar tu música a diferentes plataformas o formas de escuchar. 


Fuimos una de las primeras bandas que tuvo una página oficial en internet, fuimos la primera banda que tuvo un DVD en concierto en vivo, sesión futura, fuimos la primera banda que entregó un mp3 en épocas en que el mp3 era muy mal mirado y nosotros hicimos un regalo de una canción de “

Amanece en mp3, si mal no recuerdo fue “Arrepentimiento” y lo regalamos.


Hemos sido vanguardistas a ese nivel de distribución de cómo se llega la música e indudablemente internamente para crear la música.

De partida el uso de computadores, el uso de software, el uso de nuevas tecnologías en pedalera que van simplificando o van dando más posibilidades sonoras para poder concretar una canción o una idea. Creo que es fundamental por muy purista que se sea, indudablemente que llega un punto en que hay un momento en que te enfrentas con la tecnología y siempre creo que a lo mejor puedes convivir a la par con ella y o poder utilizarla para, sobre gusto no hay nada escrito, pero poder utilizarla para lograr tu objetivo que es transmitir tu música.


Así que creo que Lucybell ha estado siempre con las antenas paradas y muy atentos a qué es lo que sirve, qué es lo que ayuda a que la música llegue aún más a más personas, más lejos y sin lugar a duda que si mañana viene una inteligencia artificial a hacer nuestro trabajo también la vamos a utilizar para poder transmitir nuestra música.

Así que eso, no hay que cerrarse y hay que estar siempre muy atento al desarrollo tecnológico y sobre todo al desarrollo tecnológico con la música, con el arte.


Cote Foncea: 

Siento que la música no tiene que estar supeditada a tecnología, siento que la tecnología es una herramienta, es como una batería, es como una puerta de un closet que pueda ser utilizado como sonido, un motor, es un quejido. Siento que todo eso tiene que ver con lo artístico. Ahora, si en términos de día a día, de trabajo, de workflow, sin duda, la tecnología ayuda. Yo vengo de la época antigua, donde se hacían las canciones en una cinta y esa cinta te la llevabas y tenías que retroceder,  adelantarla para buscar la canción. Y después son minicassettes, o sea, minigrabadora, o un cassette normal se transformó en un minicassette y después se transformó en un soporte digital y después se transformó en lo que nosotros tenemos hoy día, que es como un estudio portátil básicamente. Siento que si uno la utiliza en función del arte está todo bien.

Y creo que uno tiene que utilizar la tecnología como para poder inspirarse. Yo tengo un montón de canciones acá grabadas en el celular. Hay algunas que jamás he pensado mostrarlas, pero también otras que siento que han sido parte de coros, de discos, de canciones de Lucybell o de Dracma o de otros proyectos o de Alain Johannes. Siento que uno tiene que utilizar la tecnología en función del arte. 



Cuál ha sido uno de los momentos más significativos en un concierto, gira o dónde sintieron la conexión más fuerte con el público?


Cote Foncea: 

Chuta. Si pudiera identificar eso, creo que hay momentos memorables, sin duda. Momentos memorables como en la mitad de la gira de ahora de sesión 3000, en algunos teatros la energía, el carisma, la sensación, la fluidez del show, la conexión entre nosotros tres arriba del escenario y todo el equipo era increíble. Siento que algunos Lollapalooza han estado maravillosos. El estado de la banda siempre tiene que ver con un estado de mucha conexión. Ahora, para mí no significa estar pensando en eso como nostalgia. Siempre pienso que el siguiente concierto va a ser el más espectacular de todos. Entonces, momentos significativos son cuando cantan las canciones, cuando tocamos “De este amor no sabrás huir” en México y la gente la coreó completa. Creo que esos momentos son increíbles. 


Eduardo Caces:  

Poder sintetizar en el momento en que hemos tenido mayor cantidad de significativos en un concierto, gira. Yo creo que sin lugar a dudas me puedo remontar al primer concierto de Luis Cibeles o me pudo remontar a mi primer concierto cuando entré en el año 99 o cuando dimos el primer concierto con Cote en el salón 21 en Ciudad de México, son momentos muy especiales, pero también hay momentos especiales cuando tocamos en el Estadio Nacional y había 45.000 personas o en el Estadio Azteca, en México. Sin lugar a dudas que hay momentos muy especiales. Una vez que tocamos el Salt Lake City ante 10 personas, de los cuales, si no me equivoco, nueve eran chilenos. Entonces, creo que esa conexión no tiene que ver con la cantidad, no tiene que ver con lo espectacular o no, sino que tiene que ver con lo que entregas y cómo te comunicas con esa persona que te está oyendo. La energía parte en el 120% en la primera nota, en el primer bit ya está todo entregado, y eso es hacia arriba. Y creo que eso es lo significativo, y si fuera aún mucho más preciso, el último concierto que dimos. Esa fue la conexión donde los años han pasado, las canciones ya son parte de un todo y de un público y de un cuarto integrante que es la gente y esa conexión lo hace único, a pesar de que puede ser una forma que se repite, escenario público, música, aplausos, por sintetizarlo de alguna manera, logras una conexión. Cada interpretación va conectando con algo. Yo le llamo la máquina del tiempo a las canciones como con una forma de volver a estados y casi siempre son del pasado, y que también te llevan al presente y te hacen ver. Creo que esos son los momentos que han sido y que no tienen explicación ni se pueden llevar a algo consciente. Entonces, supongo que el hacer un acorde y creer que eso puede convertirse en una canción también en un momento muy especial y que marca momentos, que marca hitos internos de la banda, sutiles, pero que a veces son de una larga y profunda raíz. Así que el siguiente concierto, sin lugar a dudas, estará dentro de esos momentos significativos. 



¿Cómo han gestionado las diferencias creativas o personales entre los integrantes a lo largo del tiempo? ¿Han tenido algún método para resolver estos conflictos?


Cote Foncea: 

Lucybell es una familia, somos tres músicos que tenemos diferencia y tenemos cosas coincidentes, coincidencias. Siento que en ese sentido la base de cualquier relación musical, de trabajo, familiar, de todo es el respeto. Hay momentos en que no hay que “estirar el chicle” como le decimos nosotros y otras veces que hay que exprimirse. Siento que cada vez que estamos juntos tocando es un momento súper significativo, por lo tanto, hay diferencias creativas intrínsecas, pero estar 20 años juntos como banda ha hecho que ya identifiquemos caras, cierta fluidez de conversación o cuando empieza a fluir y no hablamos. Entonces el método es respetarse. El método es el que yo creo que se aplica a todas las bandas. Tenemos que estar al 100% de acuerdo para hacer algo, porque si no va a haber un tercio de la banda que no va a estar de acuerdo y eso es harto. Así que trabajamos estos conflictos cuando los hay, ponemos todas las cosas sobre la mesa, con respeto y con cariño porque sabemos que nos queremos mucho y de ahí para adelante una decisión grupal. 


Eduardo Caces: No creo que se hayan dado momentos de conflicto, sí de perseguir una buena idea en el momento de tener procesos creativos. Hay cierto romanticismo en eso de que las bandas discuten o que alguien tiene una idea y la lucha y hay desacuerdos. Yo creo que Lucybell ha sido bastante democrático a través del tiempo y eso ha dado resultado. No podría decir qué es lo mejor ni tampoco puedo decir qué es lo peor, simplemente creo que hemos tenido la suerte de encontrarnos en un punto medio en que cada uno entrega, en que cada uno cede en pos de una buena idea, de una buena canción en este caso. Y supongo que es ahí donde está esa convivencia, creo que la madurez a través del tiempo y los resultados a través del tiempo nos han dado una forma de trabajo. Indudablemente que hay momentos en que dan ganas de salirse con la suya, de salirse con una idea y que esa quede, pero indudablemente que al uno estar en una banda tiene que estar abierto, tener esa entrada para dejar entrar, valga la redundancia, dejar entrar esas ideas y a lo mejor estás entrampado en algo y una melodía o una nota más, una nota menos, una palabra más, una palabra menos, resuelve el conflicto y eso en  siempre hay que estar muy atento porque esto se trata de construir, no de destruir. Y creo que esa ha sido una de las premisas de Lucybell. En el momento en que hay música es llegar hasta el final. A veces se desechan las ideas porque no nos hacen un clic en uno, dos o en los tres, no nos hace clic una idea o una canción y la dejamos rápidamente y vamos a la siguiente a buscar lo que nos emociona. Entonces, creo que es de buena salud. A veces se puede tener la película muy clara y otras veces simplemente tener esbozos y para eso es la banda, para poder desarrollar ideas y tener buenos resultados.

Es agradable trabajar en Lucybell en el momento en que se presentan las ideas para cuando estamos en procesos creativos, y es mantener el temple y es mantener la cabeza muy abierta siempre a la música, sin lugar a dudas. 


¿Qué sienten al ver la evolución de su público, desde los seguidores que los acompañan desde el inicio hasta nuevas generaciones que descubren su música hoy en día?


Eduardo Caces: 

Supongo que a través del tiempo el público ha ido evolucionando, pero ha ido evolucionando porque van cambiando las caras, pero no hay una diferencia, creo yo, tácita en que la gente de los 80 o de los 90, o lo de los 2000, o de los 2010, o 2020, sea diferente. Creo que la emoción conecta, pero no tiene que ver con algo físico. Tal vez las modas cambian, tal vez los pelos cambian, tal vez las palabras puedan evolucionar, pero supongo que hay una conexión muy profunda con respecto a la honestidad de las canciones, de esta máquina del tiempo que nos lleva, que nos une. Después de la pandemia, nos dimos cuenta de que los conciertos que empezamos a dar luego de este encierro de salud y pudimos tocar en teatros que eran para todo público, afortunadamente, empezamos a ver chicos y chicas menores de 10 años que se habían conectado con nuestra música. Seguramente sus papás, sus hermanos, sus primos, sus tíos le mostraron esa música y descubrieron algo, se conectaron con algo y no existió ninguna diferencia entre estos chicos del 2021 o 2022 que se conectaron con nueve años, al que se conectó hace 30 años atrás con la música de Lucybell. Supongo que ahí está esa magia, esa forma de comunicar la música y que no tiene que ver con generaciones, con tiempo, con diferencias. Me puedo conectar con música del Renacimiento y eso pasó hace 600 años, 500 años atrás. Entonces, supongo que ahí está ese lenguaje que no es racional, sino que es de emociones y sensorial. Y ahí está el gran premio de todo esto, creo yo, más allá de decirlo de una forma burda, fama, gloria y fortuna, el premio real está en que tu música sonó ayer, suena hoy y sin lugar a dudas que de una u otra forma se va a conectar con una generación en el futuro, y eso es el gran premio de esto, de poder transmitir emociones en estas pequeñas cápsulas de máquinas del tiempo que nos llevan a época. Sobre eso puedes interiorizar en qué momento salió “Cuando respiro en tu boca”, qué año, y eso te lleva a un contexto histórico, físico, o cuando salió “De este amor no sabrás huir”, que es nuestro último sencillo que salió el 2024. ¿Qué pasaba en esa época, qué había, cuál era lo que estaba sonando, cuál era la banda más popular, quién era el presidente de tu país? supongo que la sociedad habla en ese momento. 

Creo que ese es el gran vehículo y es ese, vuelvo a decirlo, el gran premio del público que se va conectando a través de generación en generación.


Cote Foncea: 

Bueno, el tema de los fanáticos y de los seguidores es un tema aparte, para nosotros es como un capítulo tan significativo como las canciones. Siento que tenemos la fortuna de tener un público increíblemente leal, cariñoso, respetuoso, exigente. Por lo tanto, la evolución ha sido siempre con la banda. Obviamente, hay gente que es más fanática de un disco o de otro, hay gente que es fanática del cuarteto, después del segundo trío y así sucesivamente. Pero siento que la música es la que perdura, no nosotros. Por lo tanto, son seguidores que nos acompañan musicalmente y eso es súper agradecido porque no están preocupados de qué es lo que hacemos nosotros, dónde andamos, con quién estamos o con quién no estamos o cómo hacemos en nuestra vida privada. La banda es la banda y eso es lo más importante para ellos y ellas. Siento que han hecho un gran trabajo de poder mostrar nuestra música a distintas generaciones y eso hace que este público que antes era un público bastante más adulto, hoy día sean jóvenes de distinto estilo, con distintas tendencias musicales y estilísticas y que rellenan estos teatros y estos lugares para poder apreciar nuestra música. Siento que el premio más grande de todos, más que hacer un “hitazo”, es cuando esa canción logra llegar a la gente y que es parte de su vida. Y así es como creo que la historia de nuestras audiencias se ha ido dando en los últimos años, creo que tiene que ver con la conexión con su público, el respeto mutuo y saber que siempre mañana se va a hacer algo con más intensidad y con la misma entrega de siempre. 





Por: POST𐤀

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