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Las Escuelas de Rock de Chile: Tres Décadas de Educación y Cultura Musical

Nuestra amada música es tanto un refugio como un vehículo de expresión,de manera cursi, pero no menos válida, podemos citar a Nietzsche quien llegó a sentenciar “sin música la vida sería un error”. En este sentido, las Escuelas de Rock de Chile (ER) se erigen como un faro de esperanza y creatividad para los jóvenes. Desde su fundación en 1994, este programa ha buscado no solo educar a los futuros músicos, sino también fomentar un sentido de pertenencia y cultura entre las nuevas generaciones. Este artículo de POST𐤀 se propone explorar la evolución, el impacto y los desafíos de las Escuelas de Rock además de ser un saludos anticipado a los 20 años de su heterogéneo acrónimo Rockodromo una de las reuniones musicales más icónicas del país.





Un Contexto Cultural: La Necesidad de las Escuelas de Rock

La historia musical de Chile está profundamente marcada por períodos de censura y represión cultural. Durante la dictadura de Augusto Pinochet, el rock, junto con otras formas de expresión artística, fue severamente restringido. Sin embargo, con el retorno a la democracia en los años 90, surgió una necesidad imperiosa de reconstruir las redes culturales y artísticas. Fue en este contexto que las Escuelas de Rock encontraron su razón de ser. El objetivo primordial fue claro: democratizar el acceso a la educación musical, fomentar la creación de bandas emergentes y fortalecer la cultura rock en un país que, a lo largo de su historia, ha parido a iconos como Victor Jara, Los Jaivas, Los Prisioneros, Los Bunkers, La Ley o Los Tres entre muchos otros.


Las Escuelas de Rock nacen bajo el paraguas del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), y su objetivo inicial fue estimular el desarrollo de la música popular chilena. En sus primeros años, se implementaron talleres itinerantes que alcanzaron a jóvenes en diversas regiones del país, desde Arica hasta Punta Arenas. Este modelo permitió que la música no fuera un privilegio de quienes vivían en grandes ciudades, sino que se convirtiera en un bien accesible para todos. La iniciativa es un claro ejemplo de cómo la política cultural puede influir positivamente en el desarrollo social.



Comparaciones Internacionales

Las Escuelas de Rock de Chile no son un fenómeno aislado. A nivel internacional, existen diversas iniciativas que buscan lograr objetivos similares, aunque con enfoques diferentes. En los Estados Unidos, el concepto de School of Rock, fundado por Paul Green, se ha expandido como una franquicia (la cual ya llego a nuestro país) que ofrece programas de música popular. Sin embargo, esta iniciativa, a diferencia de las ER, es de carácter privado y se centra más en la capacitación individual que en la formación comunitaria.

En el Reino Unido, programas como Rock School Limited ofrecen un sistema de certificación para músicos, pero con un enfoque más comercial. Estos proyectos, aunque exitosos en términos de formación, tienden a excluir a quienes no pueden permitirse la matrícula. A diferencia de estos modelos, las Escuelas de Rock se caracterizan por su accesibilidad y gratuidad, mostrando que un enfoque estatal puede generar un impacto social más amplio.






Rockódromo: La Gran Fiesta de la Música Popular Chilena

El Rockódromo es el principal escaparate de todo el trabajo realizado por Escuelas de Rock. Este festival no solo ha permitido a bandas emergentes darse a conocer, sino que ha sido un espacio de encuentro para generaciones de músicos que comparten el escenario con artistas consagrados. Desde su primera edición en 2004, el festival ha crecido tanto en términos de audiencia como de calidad artística, convirtiéndose en una cita imperdible en el calendario cultural chileno.


SANTO BARRIO. Video de Primer Rockodromo realizado en la ex-cárcel hoy Parque Cultural de Valparaíso PCdV.


FULANO: Realizado en el Muelle Barón de Valparaíso de Chile el día sábado 11 de febrero del 2012. Producido por Escuelas de Rock del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.


LA FLORIPONDIO: Rockódromo 2018, cuando ya arrancaba el último tramo del certamen porteño. Los de Villa Alemana tocaron el domingo 4 de febrero un recital de otro planeta. Producido por Escuelas de Rock del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.


Presentación de Here Comes The Kraken (MEX) en el festival Rockódromo 2023, el domingo 3 de diciembre de 2023, desde el escenario Ángel Parra en el Parque Alejo Barrios de Valparaíso.  Producido por Escuelas de Rock del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.


.El evento, que en sus primeras ediciones se celebraba en lugares emblemáticos de Valparaíso como la ex-cárcel o el Muelle Barón y luego llevado al Parque Alejo Barrios, ha contado con una amplia variedad de espectáculos que incluyen desde conciertos hasta actividades como talleres de formación musical y charlas de gestión cultural. Su relevancia ha traspasado las fronteras, atrayendo la atención de artistas internacionales y de la prensa especializada en música.


Más que Rock: Diversificación de Estilos y Audiencias

Aunque el nombre del programa esté asociado al rock, Escuelas de Rock ha sabido adaptarse a los cambios en los gustos musicales de los jóvenes y la evolución de la escena musical. A lo largo de los años, el programa ha ampliado su enfoque para incluir otros géneros populares como el pop, el hip-hop, la cumbia y otras expresiones urbanas. Esta apertura ha permitido que el programa mantenga su vigencia y continúe atrayendo a nuevas generaciones de músicos.



De esta manera, Escuelas de Rock no solo ha sido un semillero de bandas de rock emergente, sino que ha jugado un rol fundamental en la promoción y difusión de la música popular chilena en general. En un país con una riqueza cultural tan diversa, este enfoque inclusivo ha sido clave para fortalecer la identidad musical y cultural de Chile.En sus casi tres décadas de vida, las Escuelas de Rock han logrado alcanzar una serie de hitos que marcan su impacto en la escena musical chilena.


Impacto limitado frente a un sistema desigual

Desde sus inicios en 2005, las iniciativas Sonidos de Barrio y RockodromoFM, dentro de las Escuelas de Rock, han sido esenciales para la difusión de la música popular chilena, pero también han enfrentado desafíos notables. La impresionante cantidad de más de 1,000 programas radiales, 150 conciertos, 90 clínicas musicales y 16 producciones fonográficas demuestra un compromiso innegable. Sin embargo, la pregunta permanece: ¿ha sido suficiente para cambiar realmente el panorama musical chileno y darles a los músicos emergentes las herramientas para consolidar sus carreras de manera sostenible?


A pesar de las iniciativas, muchos artistas chilenos aún luchan por obtener reconocimiento y apoyo en una industria que tiende a privilegiar los estilos comerciales por sobre los emergentes y alternativos. Esto refleja una problemática estructural en el país: aunque las ER han abierto puertas importantes, el contexto general del apoyo a las artes en Chile sigue siendo limitado, y los esfuerzos aislados de programas como Rockodromo y Sonidos de Barrio no logran cubrir la falta de oportunidades permanentes y recursos de respaldo para artistas de diferentes géneros y regiones.



Las producciones fonográficas son una plataforma de inicio, pero la industria requiere una inversión continua en promoción y distribución para llevar el trabajo de los artistas más allá de las fronteras locales. En países como Argentina o México, las inversiones en fonografía y festivales de música independiente se complementan con programas de apoyo estatal y privado que permiten la internacionalización de los artistas. En comparación, Chile aún se enfrenta a una falta de infraestructura, distribución y apoyo a nivel estatal, lo que significa que muchos artistas se estancan en su proyección a nivel local.


Las clínicas y los conciertos son iniciativas loables para conectar a los artistas emergentes con el público y brindarles conocimiento técnico, pero no aseguran necesariamente un camino hacia la profesionalización. Muchos participantes de las ER señalan que, una vez concluido el programa, la transición hacia una carrera estable sigue siendo cuesta arriba debido a la ausencia de un sistema de gestión de talento y promoción efectivo en el país. Mientras que en otros países como Brasil o Colombia existen festivales y plataformas regionales que permiten la exposición continua y la creación de redes profesionales, en Chile muchos talentos formados en las ER deben buscar oportunidades por su cuenta, enfrentando un sistema de escasos apoyos institucionales y mercado limitado.



Las seis revistas publicadas son una iniciativa excelente para educar y dar visibilidad al trabajo de los músicos chilenos, pero resultan insuficientes en un mundo donde la atención depende cada vez más de las plataformas digitales y la promoción continua. En otros países, los músicos tienen acceso a estrategias de marketing digital, redes de festivales y prensa internacional que les ayudan a dar a conocer su música. Las revistas de ER pueden ser un paso inicial, pero sería ideal ver estrategias de visibilidad más amplias que también comprendan campañas digitales, colaboración con medios internacionales y alianzas que realmente permitan a los artistas entrar en un circuito musical competitivo.


Mirando hacia el futuro, es evidente que las Escuelas de Rock deben adaptarse a un panorama musical en constante cambio. La digitalización y el auge de las plataformas de streaming han transformado la forma en que los músicos producen y distribuyen su música. Es imperativo que las ER integren estas nuevas realidades en su currículum para seguir siendo relevantes como la Escuela de Productores Musicales. Estas iniciativas no solo fortalecerán el vínculo entre los músicos emergentes y los profesionales consolidados, sino que también abrirán nuevas oportunidades para la formación en la producción musical, una habilidad crucial en la industria actual.


Solo con políticas culturales integrales y un apoyo sostenido de parte del estado y el sector privado, los músicos chilenos podrán tener las oportunidades y visibilidad que requieren para desarrollarse plenamente en la industria musical actual.



El futuro de las Escuelas de Rock dependerá de su capacidad para adaptarse a los cambios en la industria musical y de la voluntad del Estado de continuar apoyando iniciativas que, en última instancia, enriquecen el patrimonio cultural de Chile. Así, las Escuelas de Rock no solo representan un espacio de formación musical, sino un movimiento que promueve la creatividad, la diversidad y la identidad cultural de un país que, a pesar de sus desafíos, sigue sonando fuerte.



Rockodromo 2024


El Rockódromo 2024 será una celebración especial para la música chilena, ya que marca los 20 años del festival. Este año, el evento destaca como parte de la Red de Festivales Rockódromo, un esfuerzo que abarca todas las regiones de Chile con más de 90 bandas emergentes y solistas seleccionados a partir de las Escuelas de Rock y Música Popular. Estos artistas han sido entrenados por músicos notables como Pascuala Ilabaca y Fernando Milagros, y representan lo más reciente y vibrante de la creación musical chilena.


La ruta hacia Rockódromo comenzó en julio, con eventos en cada región que sirven como antesala a la gran final que tendrá lugar en Valparaíso del 11 al 15 de diciembre. En esta edición, las actuaciones incluirán diversos géneros musicales y serán gratuitas para el público. Además, la selección final de artistas para este cierre fue realizada por un jurado especializado, que evaluará las presentaciones regionales para elegir a los representantes más destacados, quienes se presentarán en el escenario final del festival​


Esta edición especial no solo busca celebrar dos décadas de música en Valparaíso, sino también dar visibilidad a las propuestas musicales locales de todas las regiones, en una experiencia que permite al público conectar directamente con el talento emergente y consagrado de Chile.

La nueva versión se celebrará en diferentes puntos de la región de Valparaíso. Estos son: la Plaza Sotomayor, el Parque Cultural de Valparaíso, el Teatro Municipal de Valparaíso y el Teatro Municipal de Viña del Mar.


El line up de este año es bastante variado y cuenta con artistas históricos como Los Ángeles Negros, que vendrán desde México a entregarnos una presentación.

Además, en la ocasión se presentarán Gondwana, Alex Andwanter, Pettinellis, La Floripondio, Pascuala Ilabaca, Manuel García, Yorka y Evelyn Cornejo. Además, el espacio musical contará con artistas de diversas regiones del territorio nacional.





Por: POST𐤀

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