"Retrasar, denegar, defender": Luigi Mangione el arrojo y fantasía de abatir al que abusa.
Asesino y víctima son dos preceptos adecuados para ver el general del caso Mangione. Pero que no te lo vendan como un loco, una moda de medios y confeti de redes. El hizo lo que muchos encabronados que vociferamos a los cuatro vientos no haríamos nunca, muchos que perdiendo el patrimonio de sus familias, la vida de sus cercanos o cómo se extingue la suya propia, nunca tendrían el arrojo de hacer. Pegarle tres tiros con las palabras Negar / Defender / Deponer en cada bala al director de UnitedHealthcare (UHC), una de las aseguradoras médicas más poderosas de Estados Unidos.
Manguiaro de 26 años, hijo de millonarios, con excelencia académica en sus estudios secundarios y universitarios en las más prestigiosas escuelas, un deportista bien portado, rompió todo tabú y planeó una evidencia de crónica negra que más que juicios sobre la salud mental y mente criminal del asesino, a reforzado, y allí se espera la confluencia y virtud de las redes, en diversas latitudes, el descaro y desborde de los conglomerados de salud a nivel mundial.
En su "manifiesto" contra el sistema sanitario, escrito a mano y encontrado junto a el por la policía, se lee "el más caro del mundo a pesar de que Estados Unidos ocupa el puesto 42 en esperanza de vida". También hablaba de "un familiar" suyo que no iba a recibir el tratamiento adecuado. Se supone que se refiere a sí mismo: en 2023 fue operado de la columna vertebral por una dolorosa patología que padece desde la infancia, una espondilolistesis.
Negar / Defender / Deponer hacen referencia al libro 'Retrasar, denegar, defender', publicado en 2010 y que ahonda en una dura crítica sobre cómo las aseguradoras estadounidenses hacen supuestamente su negocio negando servicios de salud a la ciudadanía. Esas palabras también han llevado a apuntar al sistema como la motivación del tirador para cometer el crimen.
También "Retrasar, denegar, defender" es una combinación de palabras que algunos abogados utilizan para describir las tácticas de las aseguradoras estadounidenses para negar la atención sanitaria a sus clientes.
Las denegaciones de reclamos médicos a aseguradoras se han incrementado un 31% de 2022 a 2024, según una encuesta realizada por Experian y citada por Reuters.
Con la entrada de la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible – popularmente conocida como 'Obamacare' – en 2010, las aseguradoras comenzaron a implementar un proceso de pre autorización en el servicio, que requiere examinar los procedimientos recomendados por los doctores antes de acceder a pagar por sus clientes.
"Cuanto más tiempo puedan retrasar y denegar la reclamación, más tiempo podrán retener su dinero y no lo pagarán", explicó Lea Keller, directora del buffet de abogados 'Lewis and Keller', para AP.
Las grandes aseguradoras estadounidenses emitieron 47 millones de procesos de preautorización en sus servicios médicos de gestión privada para personas mayores de 65 años o discapacitadas, según un análisis de la empresa 'KFF'. UnitedHealthcare, que facturó 100.800 millones de dólares solamente en el tercer trimestre del año, rechazó el 8,7% de las solicitudes.
"Se les niega el cuidado y luego tienen que pasar por un proceso de apelaciones que es increíblemente difícil de ganar", destaca Unai Montes-Irueste, director de Medios de People's Action, un grupo comunitario que organizó una manifestación frente a las oficinas de la UnitedHealthcare en julio pasado para expresar su descontento con las políticas de la empresa y la tasa de rechazo de solicitudes médicas por parte de sus clientes.
La preautorización y la complejidad burocrática que imponen las aseguradoras estadounidenses sobre sus clientes obstaculiza de sobremanera el acceso a la salud en el país.
Según una encuesta de la Asociación Médica Estadounidense, realizada en 2023, el 94% de los médicos reconoce que la implementación de la preautorización retrasa la atención médica, mientras que el 78% dijo que dicha acción lleva al abandono de los tratamientos.
Las trabas en el servicio, la tardanza en la aceptación de solicitudes y las enredadas políticas de cobertura de las aseguradoras han generado el caldo de cultivo para el nacimiento de una furia colectiva en las clases populares estadounidenses que, al vivir en un país que no provee servicio médico público de calidad, se ven forzadas a entrar en esquemas que privilegian las ganancias por encima de la salud.
Según datos oficiales, los ciudadanos estadounidenses pagan más por sus seguros médicos que cualquier otra sociedad en el planeta.
"UHC ha destruido muchas vidas y familias. Condolencias: denegadas", comentó un usuario en un video en el programa 'Today Show' sobre el asesinato de Thompson.
Brian Thompson entre "Fraudes y Politicas de la empresa".
Thompson enfrentaba acusaciones de supuesto tráfico de información privilegiada para obtener ganancias en la bolsa.
En una demanda colectiva entablada por un fondo de pensiones en mayo de 2024 se le acusó de vender US$15 millones de sus acciones en UnitedHealth cuando sabía que la compañía estaba siendo investigada por el Departamento de Justicia de EE.UU.
Las autoridades indagaban si la aseguradora había violado las leyes antimonopolio de EE.UU., según una investigación revelada por el diario The Wall Street Journal en febrero.
UnitedHealth es una empresa gigante con intereses en seguros, proveedores del cuidado de la salud, servicios de farmacia y datos de la salud.
En 2023 registró más de US$371.000 millones en ingresos.
Según los expedientes legales, la compañía había adquirido más de 35 empresas de cuidados de la salud a lo largo de los últimos 10 años.
Los investigadores del Departamento de Justicia analizan si había utilizado su poder comercial para reducir la competencia, perjudicando a los clientes y empleados.
El Fondo de Pensiones de Bomberos de la Ciudad de Hollywood interpuso la queja contra Thompson y otros ejecutivos, acusándolos de no informar a los inversionistas sobre la investigación antes de la venta de más de US$117 millones en acciones de la empresa.
Como inversionistas a largo plazo que compran grandes cantidades de acciones, los fondos de pensión suelen tomar acción legal en representación de sus accionistas, y plantearon una demanda colectiva contra UnitedHealth.
La demanda continúa vigente.
La compañía aseguradora también enfrenta una causa legal sobre su intención de adquirir una empresa de cuidados de salud rival.
UnitedHealth ofreció comprar Amedisys, un proveedor de servicios de salud en el hogar y cuidados paliativos para enfermos terminales, por US$3.300 millones.
Pero el 12 de noviembre, el Departamento de Justicia entabló una demanda para frenar la compra, alegando que eliminaría la competencia y "perjudicaría a los pacientes que reciben servicios de salud en el hogar y cuidados paliativos, a los aseguradores que contratan servicios de salud en el hogar, y a las enfermeras que proveen salud en el hogar y cuidados paliativos".
UnitedHealth respondió que la compra sería "pro competitiva y motivaría la innovación, generando una mejoría en los resultados para los pacientes y mayor acceso a cuidados de calidad". Describió la demanda del Departamento de Justicia como una "interpretación extralimitada de las leyes antimonopolio".
Bajo el gobierno del presidente Joe Biden, el Departamento de Justicia ha reforzado el cumplimiento de las leyes antimonopolio de EE.UU., que buscan evitar los monopolios industriales y fomentar la competencia entre las compañías.
El síntoma de una sociedad enfurecida
La reacción de parte de la ciudadanía al asesinato del director general de una de las aseguradoras más grandes de Estados Unidos es una muestra también de una apatía que apela al humor crudo en redes sociales. Pero, más allá, podría ser un síntoma más profundo en la sociedad estadounidense, relacionado con una furia popular en contra del deficiente sistema de salud, según analistas.
La comunidad virtual estadounidense se ha involucrado de lleno en el caso, mostrando cada vez más su molestia en contra del gran conglomerado empresarial que maneja el sistema de seguros en el país, algunos advirtiendo que lo que pasó con Thompson podría repetirse si no se cambian las políticas de sus organizaciones.
Algunas voces resaltan que la reacción general en torno a la muerte del director no responde a una falta de empatía generalizada en una sociedad a la que ya no le sorprende la muerte, sino más bien es una explosión de cólera contra un sistema sin rostro "que se ha aprovechado de la gente".
"Y la lección que hay que extraer de ello no es: 'Avergoncemos a la gente por celebrar un asesinato'. No, se trata de: 'Fíjense en la rabia que siente la gente hacia este sistema que se ha aprovechado de la gente y hagan algo para intentar arreglarlo'.", opinó Will Flanary, comediante estadounidense, para AP.
La conexión entre la muerte de Thompson, una falta de reproche al crimen y la irá popular contra el sistema de salud estadounidense es parte de un clima social cada vez más crispado dentro de Washington, que critica cada vez con más fuerza no solo a la sanidad, sino que a toda la estructura de poder económica que rige el país.
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