Revisión obligada: "El Castigo" de Matías Bize
Sus protagonistas, Antonia Zegers (Una mujer fantástica / El Conde / Los Perros / El Club) en el papel de Ana y Néstor Cantillana (La memoria del agua / NO / El Castigo / Los mil días de Allende), Mateo, son una pareja que deberán enfrentarse a su peor pesadilla. La revelación de una incómoda realidad por parte de Ana, hará tambalearse la creación y continuidad de esa familia.
De la espectacular fotografía de El castigo se ha encargado Gabriel Díaz. Un hermoso y frondoso bosque en el Lago Ranco, al mismo tiempo amenazante y frío, se convierte en otro importante personaje en el largometraje. Rodada en tiempo real, con un plano secuencia de una hora y media de duración, logra conseguir que la historia vaya creciendo.
Madre no hay mas que una
En las responsabilidades o, dicho de otra manera, en las expectativas de una mujer, aparece innata la obligación de ser madre. Como si la única e imprescindible función fuera la de engendrar hijos. El instinto maternal se da por hecho en toda mujer, por lo menos hasta hace muy poco tiempo. Es solamente desde hace unos años que la mujer está reivindicando la decisión de no serlo. De no ser unas degeneradas por tener otras inquietudes y prioridades.
En El castigo, Matías Bize tiene la necesidad de poner palabras a otra posibilidad. La de revelar un tema tabú, pero no con la intención de crítica o reproche, sino como algo necesario para poner sobre la mesa. Se expone de una manera muy realista y honesta cómo puede ser una familia, quizás reflejo de otras muchas. Cómo somos como padres, como madres, como pareja, son preguntas, a menudo complejas de hablar.
La búsqueda del niño, el suspense de encontrarlo con vida, da lugar a la muestra de grandes brechas que tiene esa pareja.
Conversaciones pendientes
En El castigo, el personaje de Ana, interpretado soberbiamente por Antonia Zegers, quien por cierto está nominada para los próximos Premio Platino, es una mujer que no sabe expresarse bien. Matías Bize ha querido retratar a una mujer angustiada y temerosa, con unas emociones destructivas que no consigue manifestar.
Que no habla sobre sus sentimientos. Inmadura y sumisa ante su propia madre, madre por otro lado asfixiante y controladora. Será únicamente en un caso límite, como cuando alguien está al borde de un precipicio, que comenzará a hablar de una manera lúcida e imprevista. Llegará a decir una frase impactante: dejar de sentir es lo mismo que dejar de existir.
Es inevitable caer en prejuicios cuando una madre revela que es su hijo quien la está castigando. Los hijos tienen un sexto sentido para apreciar los verdaderos sentimientos de sus progenitores. Sin embargo, habría que indagar en esa madre, saber qué le está desgarrando por dentro. Cabría la posibilidad de tratarse de un vínculo torcido, que no fuera culpa de ninguno de ellos.
Mi papá me mima mucho
Existe, a menudo, una notable desigualdad entre los deberes y responsabilidades de un padre y una madre. No digamos en generaciones anteriores, en las que los hijos eran algo propio de las madres, mientras los padres se encargaban de mantener la familia con su trabajo.
Néstor Cantillana retrata de manera conmovedora a Mateo, el padre que ama a su hijo y hace todo lo posible para ser un buen padre. En El castigo, ese rol es una figura criticada en cuestión, ya que plantea si es suficiente lo que hace. Excusarse por la falta de tiempo debido al trabajo, no es convincente para su mujer, Ana. Comprarle caprichos al hijo, llevarle al fútbol los fines de semana y disculpar su mal comportamiento, le convierten en el favorito, el bueno de la película.
Mientras, mamá es quien se encarga de llevarle al médico, educarlo poniendo límites y castigos, dar la cara ante la dirección del colegio cuando Lucas se ha portado mal. No es tan agradable, ni mucho menos. Tampoco lo es haber dejado de trabajar para entregar todo su tiempo al cuidado de un hijo conflictivo.
Conclusión
Con una naturalidad como si de una obra de teatro se tratara, en El castigo, Matías Bize va revelando secretos que mantienen la intriga y la atención en todo momento. Una catarsis necesaria que surge en un momento límite, el de una madre angustiada y cansada de hacer lo que se espera de ella.
Un formidable alegato visual sobre la maternidad, considerada como una evidente obligación de las mujeres y las consecuencias que ello acarrea. Los años de silencio que van enquistando la relación con los hijos. Y, por supuesto, con la pareja.
FICHA:
Título original: El castigo
Año: 2022
Duración: 86 min.
País: Chile
Dirección: Matías Bize
Guion: Coral Cruz
Reparto
Antonia Zegers
Néstor Cantillana
Catalina Saavedra
Yair Juri
Santiago Urbina
Música: Gustavo Pomenarec
Fotografía: Gabriel Díaz
Compañías: Coproducción Chile-Argentina;
Ceneca Producciones, Leyenda Films
Género: Drama
Escrito por Irene Abecia Navarro / Cinemagavia
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