Una Voz que Transmite Ideas y Emociones: Marcelo Liapiz, Dándole Vida a las Palabras
¿Alguna vez te has preguntado quién está detrás de esa voz que escuchas todos los días en la radio, en la televisión, una película, los comerciales, videojuegos y tus contenidos en Redes Sociales?
En un mundo donde los mensajes nos bombardean desde cada pantalla y dispositivo, la voz es ese elemento mágico que nos atrapa, nos emociona y nos conecta. Y si hablamos de voces poderosas en Latinoamérica, no podemos ignorar a Marcelo Liapiz, un referente del arte de la locución. Con una carrera sólida y reconocida, Marcelo ha logrado convertir su voz en un puente entre el mensaje y el oyente, todo con un sello único y personal.
Con una trayectoria con más de dos décadas de experiencia, Marcelo ha construido un camino más allá de nuestras fronteras. Y no es casualidad que su nombre brille tanto en Chile como a nivel internacional. Elegido dos veces como "Mejor Locutor de Chile" por ACHAP, la Asociación Chilena de Agencias de Publicidad, en 2020 y 2021, Marcelo ha demostrado ser una voz indispensable en la industria. En el escenario global, ha sido nominado tres veces a los prestigiosos Voice Arts Awards (SOVAS), los premios más importantes de la industria de la locución a nivel mundial, conocidos como los "Oscar de la Voz", la última este 2024.
Como voz principal de Radio Imagina desde hace más de 15 años y voz ancla en Canal 13, su presencia es inconfundible en los medios más importantes de Chile, como también por sus comerciales para marcas nacionales e internacionales. En el ámbito del doblaje, lleva más de 10 años en DINT (Doblajes Internacionales), su versatilidad lo ha llevado a trabajar en proyectos destacados, como la película animada "Nahuel y el Libro Mágico", en colaboración con el legendario Studio Ghibli, y que se ha convertido en un éxito internacional, llegando a formar parte del catálogo de Disney+.
Además, su influencia se extiende más allá del micrófono. Como tallerista, conferencista y profesor, Marcelo también se ha dedicado a formar nuevas generaciones de locutores, siendo un pilar en eventos internacionales como VoiceMasters y el Festival Viva Voz en Colombia donde también fue ganador.
En esta entrevista exclusiva para POST𐤀 nos cuenta sobre esta vertiente en el “mundo del voz” y como su carrera se ha construido paso a paso con vocación, constancia y talento.
¿Cuéntanos de la 88.1?
La 88.1 es muy especial para mí, no solo porque fue la radio que me consagró como voz institucional, sino porque es donde he trabajado por casi 20 años. He tenido el honor de compartir con quienes la crearon y con quienes hoy la mantienen viva. Es una radio muy importante en mi vida, sin lugar a dudas. Además, la 88.1 tiene un significado personal para mí, ya que cuando era pequeño y comenzaba en el mundo de la locución, solía imaginar una radio en mi casa, la de mis padres, con audífonos y tocadiscos. Jugaba a que esa radio era la 88.1, el único espacio libre en ese momento, y lo usaba para inventar comerciales. Así que hay algo muy especial en todo eso.
Creo que la 88.1 me ha permitido desarrollar una personalidad interesante, sacando una faceta distinta en cuanto a interpretación, y eso lo encuentro muy resonante.
¿Primeras voces que recuerdes, primeros locutores que te marcaron?
Las voces que marcaron mi vida y mi infancia, y que me llevaron a este mundo, son diversas, pero cada una representa una parte de lo que soy hoy. Son, de alguna manera, parte de mis influencias. En primer lugar, sin duda, está Don Petronio Romo, una verdadera institución en la locución. Recuerdo escucharlo todas las mañanas en la radio Bio Bio. Él es de Concepción, lo que lo conecta con muchas cosas familiares para mí, y siempre sentí una profunda admiración por su trabajo. Tenía un microprograma alucinante donde contaba historias breves sobre ciencia, tecnología y curiosidades.
Otro de los grandes que me marcó fue Don Gabriel Salas, una de esas voces inolvidables de la frecuencia modulada. Y claro, Petronio también dominaba tanto la AM como la FM sin ningún problema. Hoy en día, creo que el más grande entre los chilenos es Fernando Solís, quien además de ser un gran amigo, es alguien a quien admiro y respeto muchísimo.
¿Qué tipo de proyectos disfrutas más: comerciales, documentales, radio, doblaje, etc.?
No podría encasillarme en un solo estilo dentro del voice acting o la actuación vocal, porque todos representan retos distintos. Cada uno requiere conocimientos y preparaciones específicos. Hoy en día, creo que todos los actores de voz necesitamos dominar estas diferentes áreas para ser verdaderamente completos.
He tenido la suerte de disfrutar la narración documental, trabajando para cadenas internacionales, lo que me ha dejado mucho aprendizaje. También tuve la oportunidad de trabajar en doblaje, en Dint, una empresa dedicada a este arte, y fue una experiencia increíble.
En cuanto a la parte comercial, es la que actualmente me brinda la mayor cantidad de trabajo. Pero reducir mi labor a un solo tipo de proyecto sería injusto, ya que considero que lo que hacemos es algo integral. A veces puede parecer que esta profesión es fácil, pero la realidad es que vivir de esto no es algo que logren muchos, y requiere una gran preparación y experiencia.
¿Cómo te preparas para interpretar diferentes personajes o transmitir emociones? ¿Dar con el tono?
Para poder interpretar diferentes personajes o dar con el tono adecuado, uno tiene que hacer un trabajo técnico-actoral que permita conectarse con uno mismo. Es un proceso de exploración que conecta con lugares profundos o familiares de nuestro ser, con historias que hemos escuchado o con lo que hemos observado. A partir de esa conexión, se toma un punto de vista y se construye un personaje, que luego adopta características vocales, sonoras y una proyección única.
No se trata solo de encontrar un tono, sino de crear un personaje que tenga fuerza, credibilidad y que logre empatizar con la audiencia, que ésta pueda verse reflejada en la interpretación. Es un proceso que requiere tiempo y experiencia, y con los años, uno va sumando colores y matices que enriquecen cada nueva interpretación.
¿Alguna vez has tenido que grabar algo que te pareció especialmente desafiante o inusual? ¿Cómo lo manejaste?
Claro que sí, he enfrentado situaciones desafiantes a lo largo de mi carrera, especialmente cuando estaba comenzando. Antes, se trabajaba mucho más en estudio, rodeado de clientes, ingenieros de sonido, el dueño del estudio, y otros con mucha experiencia. Para alguien que recién comenzaba, como yo en ese entonces, era un reto enorme superar esas situaciones. Me costó tiempo, porque enfrentar una sesión de trabajo con gente desconocida y tener que realizar una performance casi inmediatamente después de recibir el guion no es sencillo.
Pero con el tiempo y la preparación, aprendí a tomar esas situaciones de manera más relajada. Hoy, con el trabajo remoto, esa experiencia se ha convertido en una ventaja porque me ha permitido desarrollar una mayor autonomía. Además, con la práctica, uno va entendiendo mejor lo que necesita un creativo o una producción, y por qué recurren a ti para resolverlo. Eso te da más seguridad.
Otro de los grandes desafíos fue interpretar a un malvado brujo en la película animada Nahuel y el libro mágico. Fue una experiencia increíble, porque no era simplemente hacer un doblaje, sino que yo era el actor original que creaba al personaje desde cero. Fue un reto hermoso, y ahora estoy trabajando en otra película donde me toca interpretar a varios personajes y ser el narrador. Esos desafíos son fascinantes, y uno debe enfrentarlos con tenacidad, utilizando todas las herramientas del oficio y, por supuesto, con mucha pasión para superar cualquier temor que surja.
¿Qué consejo le darías a alguien que quiere entrar en el mundo de la voz?
El consejo que le daría a alguien que quiere entrar en el mundo de la voz es que, hoy en día, uno tiene que estar mucho más preparado de lo que nosotros tuvimos que estar al comenzar. Las plataformas internacionales están al alcance, pero también se requieren cosas que antes no eran tan indispensables, como tener un home studio que funcione a la perfección.
Hoy, un locutor no solo debe tener formación actoral y técnico vocal, sino también conocimientos de software y hardware. Es fundamental ser un profesional integral en la actuación vocal, y eso exige experticias y técnicas que no eran necesarias antes. El desafío está en esa preparación constante.
También les diría que no se apresuren. No hay que correr para ser conocidos o lanzarse a las redes sociales pensando que ya lo saben todo. Este es un camino gradual, y es mejor que sea la gente la que te busque por tu trabajo, en lugar de exponerte con demasiada insistencia creyendo que lo tienes todo resuelto.
Voces que te acurruquen / Voces que te espanten / Voces que te inspiren
Voces que me acurruquen… Bueno, sin duda, Don Francisco Colmenero. Creo que él nos acurrucó a todos con sus historias de Disney y las voces que le dio a tantos personajes animados que nos dejaron maravillados. Para mí, siempre será como un amigo de la infancia, un verdadero ídolo que me hacía dormir tranquilo.
En cuanto a voces que me espanten, ninguna realmente.
Y voces que me inspiren… Definitivamente, en Chile, siempre ha sido Fernando Solís. Es alguien que siempre he admirado profundamente.
¿Te resulta difícil escuchar tu propia voz? ¿Cómo ves televisión y escuchas radios contigo escuchándote en distintas versiones?
Hoy en día, escuchar mi propia voz no me incomoda para nada. Con el tiempo y el entrenamiento, uno se va acostumbrando. Al principio, es normal que la percepción que tenemos de nuestra voz se desfigure un poco porque la escuchamos a través de nuestra caja de resonancia interna, lo que genera una percepción diferente de la que se obtiene al oírla a través de una fuente externa, como un monitor. Esa divergencia entre lo que escuchamos dentro de nosotros mismos y lo que realmente es percibido por otros se va acortando con el tiempo.
En cuanto a la segunda pregunta, sobre cómo me siento al ver televisión o escuchar la radio y oírme en distintas versiones, lo encuentro entretenido. Creo que es importante estar atento a lo que uno hace, monitorear nuestro trabajo para identificar qué podemos mejorar. Además, me gusta ver cómo están las tandas publicitarias, cuáles son las tendencias, y también investigar qué está pasando en otros países. Es parte del proceso de scouting y del know-how que te permite estar al tanto de hacia dónde va la industria hoy en día.
¿Cómo te evalúas y mejoras? ¿Cómo han ayudado tus perfeccionamientos en el extranjero?
La evaluación de nuestro trabajo es algo que se hace de manera constante. Escucharse a uno mismo y ver cómo vas cambiando y mejorando es clave. Creo que la preparación continua y el entrenamiento constante son fundamentales. Siempre es recomendable aprender de otros, expandir tus límites y explorar mercados más competitivos que el nuestro, porque eso también es muy motivante.
En cuanto a mi perfeccionamiento en el extranjero, he tenido la suerte de conocer a personas increíbles que me han permitido integrarme a un mundo lleno de información y de generosidad al compartirla. Tuve la oportunidad de estudiar en México con profesores de prestigio, como Marta Escobar, una gran actriz y locutora, ganadora de los SOVAS. Estar en constante formación ha sido clave para mí, ya sea a través de clases magistrales o de otras vías.
Además, poder compartir ese conocimiento con nuevas generaciones, dictando cursos y charlas en el extranjero, ha sido una experiencia muy enriquecedora. Enseñar es una excelente manera de reafirmar y seguir aprendiendo, porque al enseñar, uno también se educa a sí mismo.
¿Cómo ha cambiado la industria de la voz con el auge de las plataformas digitales, los podcasts, los cambios de la inversión publicitaria, etc.?
La industria de la locución ha experimentado cambios radicales en los últimos tiempos, muchos de ellos transgresores y desafiantes para quienes nos dedicamos a la interpretación vocal. Uno de los principales factores ha sido la irrupción de la inteligencia artificial, que al principio generó bastante miedo. Hoy, estamos un poco más tranquilos, ya que se han comenzado a realizar esfuerzos internacionales en cuanto a legislación y a exigir que las empresas que comercializan locuciones a través de catálogos se regularicen. Aunque aún falta mucho por recorrer, el camino está avanzando, y el temor inicial se ha ido disipando. El progreso de la IA en cuanto a voces generativas no ha sido tan radical como se pensaba, y no ha provocado una pérdida significativa de trabajo para los locutores. De hecho, se avecinan cambios, como la posibilidad de administrar avatares de nuestras propias voces, aunque eso requerirá marcos legales y protocolos claros, que todavía no están establecidos en todos los países.
Por otro lado, el auge de las plataformas digitales, los podcasts y los cambios en la inversión publicitaria también han tenido un impacto. Los podcasts, en particular, han abierto nuevas oportunidades para los locutores comerciales, ampliando el mercado y ofreciéndonos más espacios de trabajo. Vemos con buenos ojos este crecimiento del podcasting, ya que representa más plazas de trabajo y la posibilidad de hacer cosas diferentes.
En cuanto a la inversión publicitaria, esta se ha trasladado en gran medida al mundo digital, a las plataformas, redes sociales y sitios web. Esto ha abierto el mercado, pero también conlleva ciertos riesgos. Es importante que los nuevos locutores entiendan que las tarifas que cobramos, aunque no inamovibles, son necesarias para respetar el mercado y el trabajo de nuestros colegas. Esto asegura que el mercado siga creciendo y no disminuya. En general, veo con buenos ojos estos cambios en el mundo digital, aunque queda claro que necesitamos mejores marcos legales a nivel local e internacional para enfrentarlos adecuadamente.
Has sido nominado, galardonado e invitado en los Voice Masters, los Voice Arts Awards SOVA’s. ¿Nos puedes comentar cómo son esos encuentros?
He tenido el honor de estar nominado en varias oportunidades en premios internacionales, y este año, de manera completamente inesperada, fui el ganador del festival colombiano Viva Voz, organizado por la gran locutora internacional Isabel Junca. Este premio fue particularmente especial para mí, ya que fue por continuidad radial, un ámbito fuera de lo común en comparación con otros reconocimientos. No me lo esperaba, pero lo atesoro con mucho cariño.
Lo más valioso de estos eventos es cómo nos unen como artistas. Nos brindan un carácter interasociativo e internacional en nuestro trabajo, y el reconocimiento entre nuestros colegas es algo muy estimulante. Estos festivales internacionales nos permiten crear lazos de amistad, un sentido de fraternidad y pertenencia, y también compartir conocimientos a través de foros y charlas, que no solo son útiles para los alumnos, sino también para nosotros mismos.
De hecho, a partir de estos encuentros, han surgido varias iniciativas interesantes que se están llevando a cabo en parlamentos de Colombia, México y próximamente en Chile. La camaradería que se genera es invaluable, y esos lazos que he formado perduran hasta el día de hoy con personas a las que tengo mucho cariño.
Quiero agradecer especialmente a Chile Voces, a la Asociación Gremial de Artistas de la Voz Hablada en Chile, y a figuras como Sandro Paredes y Carlos Serrano, quienes me ayudaron a ingresar a estos festivales internacionales. También estoy muy agradecido con Patricia Martín del Campo y Uriel Batres de Voicemasters, a Rudy Gaskins y su señora Joan Baker por permitirme ser jurado en los SOVAS este año, y a Sol Betancourt, César Phernan y Luis Paz con Voces de la Mitad del Mundo en Ecuador. Un agradecimiento especial a Isabel Junca por el festival Viva Voz en Colombia, y a tantos otros que han sido parte de este camino.
Sin duda, estas instancias son de lo mejor que nos puede pasar como profesionales.
Quedan 15 segundos para dejar un mensaje, una reflexión. ¿Qué grabarías y con qué música de fondo?
Si tuviera que grabar un mensaje de 15 segundos, elegiría la música de Vangelis, porque es una melodía reflexiva que invita a la introspección. Aprovecharía para invitar a todos los que están leyendo esta nota a tomarse un momento para reflexionar sobre el bombardeo mediático que vivimos, que constantemente nos incita a desconfiar y a vivir con miedo. Estamos pasando por una situación muy difícil como país y como sociedad, pero el día que perdamos la confianza en los demás y nos dejemos arrastrar solo por la crónica roja, estaremos condenados a vivir en una sociedad salvaje, basada en el individualismo y la mezquindad, en lugar del espíritu colectivo, colaborativo y respetuoso que es lo que realmente puede hacer que las sociedades prosperen.
Por: POST𐤀
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